Todo comenzó cuando Laura Berry fue a comprar un par de vaqueros a Topshop en Bristol, Reino Unido. Pronto reparó en uno de los maniquíes de la tienda y se quedó sorprendida por su altura y por lo delgado que era. Así que abandonó el establecimiento sin sus vaqueros pero con la firme intención de compartir su indignación a causa de esta imagen tan irreal y el impacto que puede causar en las chicas más jóvenes. "Soy lo suficientemente mayor y sabia para saber que nunca tendré esa talla, pero todos hemos sido jóvenes e impresionables, y estoy casi segura de que si alguno de nosotros hubiéramos visto esto en nuestra juventud nos habría hecho pensar si eso es lo que se espera de nuestros cuerpos", escribe Laura, comentando la foto que publicó en la página de Facebook de Topshop.
Su post tuvo cientos de "likes" y respuestas, incluyendo comentarios de Topshop, justificándose: "La altura total (187 cm) es mayor que la chica media y la forma es estilizada para que cree mayor impacto en la tienda. Como los maniquíes son de fibra de vidrio, su forma tiene que tener ciertas dimensiones para permitir que se les pueda colocar y quitar la ropa fácilmente; Por tanto, no pretendemos representar el cuerpo femenino medio". Aun así, Laura hizo tanta presión a la marca que hace pocos días anunciaron que ya no seguirían usando ese tipo de maniquíes. Comentarios similares fueron publicados por clientes en Twitter durante el último año, criticando marcas como Topshop, Primark o La Perla.
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