Con Misska, Pedro Lee tiene el propósito de resumir, de la forma más interesante posible, sus apasionantes 45 años de trayectoria profesional en el universo de la restauración. Por ello, en el proyecto se hace un repaso por las principales cocinas asiáticas, las cuales se manifiestan, en sus países de origen, a través de desenfadados puestos callejeros. De hecho, este modelo, antes que en Madrid, ya podía verse en grandes urbes como Londres o Nueva York. El objetivo de este Asian Street Food es abrir nuevos horizontes para el paladar a un precio accesible para todos.
Los fogones de la cocina 'non stop' del Misska, que los fines de semana amplía su horario de apertura hasta la 1.30 de la madrugada, preparan grandes cantidades de 'dim sum' cantoneses y 'baos' de taiwán. En estos últimos es especialmente visible el toque de fusión al prepararlos con pato, calamares, rabo de toro, etc. Además, también hay sushi, receta mediante la cual se pretende representar la gastronomía portuguesa, así como tallarines salteados al wok y sopa miso.
Cuando los comensales acaban con lo salado, llega el momento de un delicioso postre dulce propio de la street food. Y, en este sentido, Misska tampoco decepciona al ofrecer una carta compuesta por propuestas tan interesantes como el mochi de coco, rollitos de chocolate y bao de crema. Además, en cuanto a la bebida, también se ofrecen cervezas orientas como la Tsingtao y la Tiger y cócteles. Los sábados, a partir de las 21.00, también ofrece la música de un DJ en directo.
El interiorista del Misska ha sido José Arroyo, el cual se ha encargado de proveer de una decoración de derribo los más de 200 metros cuadrados que ocupa el espacio. Sin duda, cualquiera que haya estado en Taiwán, Bangkok o Shangai sentirá que sus callejones y su espíritu han sido fielmente representados en el corazón de Madrid.
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